31 mayo, 2007

ESPARDEÑÁS Y PEROL TRENCAT – LIX

Desde siempre para traer a este mundo un niño o niña sólo hacían falta dos cosas: llevar un feliz embarazo de nueve meses, y finalmente, que alguien deseara a quien ya había roto las aguas que tuviera una hora corta. Y si todo transcurría según lo previsto, sin más dilaciones, llegaba el momento deseado y un nuevo niño o niña, irrumpía en nuestro mundo con gran alborozo para el seno familiar. Sin embargo, ahora algo se mueve y todo empieza a ser diferente: las madres tienen la opción de congelar un óvulo, guardarlo en el frigorífico, y dejar la hora feliz para el momento deseado. Y es que la ciencia adelanta que es una barbaridad, ¿o no? ¡Quien sabe!
Porque ahora resulta, que un odontólogo benicarlando ha aconsejado a su paciente con un problema molar que hiciera abluciones con agua bendita. Si la fe mueve montañas y todo es posible bajo el sol, ya nada es inevitable: el gran costo que supone la salud dental del sufrido pensionista puede quedar solucionado de facto. Basta con una pila de agua bautismal que reemplace al sufrido sillón del dentista de bata blanca, tenaza en ristre, con tan malas como perversas intenciones. Qué fácil sería. Tan fácil, como se lo han puesto a un partido político que ha arrasado en las elecciones por toda la Comunidad Valenciana. Dije el pasado jueves qué así será, y…así ha sido.

Y no sólo ha sido esta vez, sino en otras ocasiones como ya vimos entonces. Cuando la izquierda valenciana optó por su ofuscado e inculto catalanismo, cavó su propia tumba. Y perdió, con seguridad para siempre, el voto de muchos de sus seguidores asombrados de que un partido que se dice socialista no pueda hacer política defendiendo las señas de nuestra identidad valenciana.

El resultado de estas elecciones, tanto municipales como autonómicas, estaba cantado, sólo hacia falta ver la realidad de todo lo que representa nuestra Comunidad, envidiada y admirada desde cualquier punto de España, por no hablar del extranjero.

La izquierda valenciana en lugar de presentar una oferta electoral que pudiera ser atractiva para el ciudadano, optó por desalojar de las instituciones con el todo vale, a quienes han hecho meritos sobrados para continuar en ellas. Pusieron en marcha el tren de la mentira, el de la vejación personal recurriendo al desprestigio de quienes se dedican a la política con igual o mayor afán que ellos, y se han dedicado a desenterrar de las cunetas una reconciliación cicatrizada. Y lo que ha sido peor, su mayor empeño ha sido la utilización de los muertos y sus familiares de un accidente ferroviario mediante una acción miserable que degrada a quien lo hace; así como un largo etcétera, resumido en su menosprecio al avance logrado en nuestra Comunidad. Y así les ha ido.

Ignacio Pla, lleva muchos meses mintiéndonos a todos, doblegándose a los compromisos de Zapatero en perjuicio de nuestra Comunidad, cuyo avance ha intentado frenar a toda costa. La corrupción no se demuestra con mentiras, ni martilleando las conciencias de un público entregado. El poder no se consigue despreciando eventos, ni proyectos, ni logros que han convertido a Valencia en zona turística (nunca lo había sido) con miles de puestos de trabajo y como emblema del modernismo más avanzado. El viejo y cutre recurso denunciando al amiguismo y al mismo tiempo presentarse como “fuerza de progreso”, ya no les vale. Hay que tener mucha magia para convencer con estos alucinógenos, y Pla no la tiene. Sólo le quedará el recurso del Senado como pago a sus cesiones, en perjuicio del pueblo valenciano al que le ha dado su espalda. Así lo predije hace unos cuantos meses y allí gozará el final de su carrera política. Al tiempo.

Gloria Marcos y su mayordomo de ocasión, han utilizado el mezquino recurso de presentarnos una Comunidad desconocida e inexistente, ubicada sólo en las mentes incapaces de ver una realidad refrendada por más de un millón trescientos mil votantes. Su catalanismo montaraz, coyunturalmente escondido, su desprecio hacia todos los esfuerzos realizados por la Generalitat en la enseñanza, en el embellecimiento de nuestras ciudades, en la creación de centros escolares, culturales y deportivos, no les ha servido para nada.

La manipulación constante del diario Levante, tan sensacionalista en sus mentiras como en los engaños de sus malintencionados resultados electorales mostrados a primera plana, es un insulto a la inteligencia de los lectores. Con ello ha logrado justo todo lo contrario que pretendía, que el PP haya arrasado en toda la Comunidad Valenciana. Intentar ganar unas elecciones desde la mentira es un imposible. Para ello es necesario que irrumpa de repente y con gran estruendo, un hecho excepcional. Sólo él, cual maná deseado, será la guinda ácida de la mentira que pueda llevarles a un triunfo inmerecido.

El entorno etarra ha vuelto a las instituciones vascongadas gracias a Zapatero y su falso proceso de paz: el que ha servido para hacerles más fuertes y más chulos. Zapatero responderá ante la historia, y también ante Dios como diría un creyente, por hacer la cama a una organización terrorista que jamás aceptará la España autonómica y que hará todo lo necesario por conseguir sus planes. Mientras que, claro está, no se vuelva otra vez al pacto PP/PSOE para impedirlo. El que Zapatos rompió de un puntapié presumiendo de un falso calzado.

Viendo en el diario Levante el artículo de Fernando Delgado, otro de los que tanto presumen del respeto democrático, su autor, se ha hecho la mejor definición de si mismo: ni un milímetro por encima del mono, ni un centímetro por debajo del cerdo. Justo así es como se ve quien ha convertido su columna diaria en el escaparate de su propia infamia.

Es curioso, cuando el hombre pierde su libertad individual recurre a la esclavitud de su notoriedad. Es el caso sucedido en Valencia de numerosas personas que se han visto obligadas a la apostasía después de la visita del Papa a nuestra ciudad. Y lo hacen, nada menos, que recurriendo al Defensor del Pueblo en busca de amparo, como si se sintieran atacados por un enemigo sólo existente en la cerrazón de sus mentes que tanto les traumatiza.

En esta ocasión dejemos quieto y vacío nuestro Perol en lo alto de la cucaña, pero celebremos la fiesta del triunfo electoral en nuestra Comunidad gracias a los valencianos que han sabido comprender que con mentiras, mezquindades y voceros miserables no se va a ninguna parte. Y…, así ha sido.

24 mayo, 2007

ESPARDEÑÁS Y PEROL TRENCAT – LVIII

Está popularmente aceptado que las palabras, aupadas en las brisas sin peaje, se las lleva el viento, pero algunas tienen tanta mala leche que cuajan, hacen camino aparte, y se albergan en la gente a la que utilizan como un cleenex comprado en el todo a cien o en las rebajas del tres por uno. Estamos pues en la mejor época para ello, cuando la fiebre de las elecciones engalana las calles con colgajos de enseñas camufladas, y cualquier lugar sirve para ver la mejor de las caras que siempre es la de domingo, nada que ver con la real de cualquier día del año una vez terminada la lucha electoral.

Gloria Marcos dice que no quiere la Copa América para Valencia, qué lo que desea es el “bla,bla,bla”, y lo dice con su cara ancha y algo dura, que a falta de otra es la que tiene. Qué mal le habrá hecho un evento que beneficia a la ciudad, que la ha modernizado junto al mar y ha conseguido mayor fama y renombre. Para el barrio del Grao de Valencia ha supuesto un cambio radical en beneficio de sus vecinos, gracias al brillo y lustre que poco a poco va emergiendo en todo el poblado marítimo. Quizá lo que desee la desdichada dama es que volvamos a los años treinta, aquellos de las dos Españas que ella tanto desea. Y tiene tan mala sombra, por expresarlo con suavidad, de decirlo nada más y nada menos que en el Parque de Cabecera, lugar que se convertirá en otro emblema de la ciudad, alejado del mar, abierto al ocio del ciudadano, en un paraje que apenas hace unos pocos años era un solar, mercado de la droga y de la degradación. En él, el anhelado sueño de un zoológico será muy pronto una realidad y nuevos animales se están ya aclimatando a su entorno. Se piensa hasta en los murciélagos, como nuevos vecinos por toda la ciudad, presentes sólo en nuestro escudo desde los inicios de nuestro reino cristiano, con el proyecto de incrementar su presencia como sello más de nuestra identidad.

La izquierda valenciana está ufana en su tres contra uno colgado en las estanterías cual otro cleenex falso y lleno de engaños. Sueña con derrotar al Partido Popular que ha puesto a la Comunidad Valenciana en un lugar envidiado por cualquier otra ciudad de España sin otro recurso que el de la denuncia falsa, los discursos cutres viejos y con la ausencia de cualquier proyecto que nos pueda ilusionar.

El talante Zapatero, que como cualquier manzana podrida hace daño al capazo, asiste a una campaña electoral sucia y rastrera hasta ahora desconocida. En las Vascongadas con ausencia de libertad y la amenaza nominal y directa. Y en el resto de España, raro es el día que no nos llega la noticia de cualquier tipo de agresión e intimidación hacía los candidatos del Partido Popular. Lo que empezó como un juego –que no lo era- astutamente dirigido en una jornada de reflexión, está otra vez a cargo de quienes más presumen y sin embargo están dispuestos a la algarada, como los faustos que se preparan por la ciudad de Granada y otras más. Ya lo anunció Zapatero! …aquello del nuevo talante…

Quien ha alcanzado fama y nombre a través de Internet es un falso aspirante a concejal que como otros, dispuestos a desbancar al Partido Popular, sólo cuenta mentiras. El virtual concejal nos anuncia un puente a Ibiza. Ignora que el ingenioso deseo nos viene de antiguo como decía aquella nostálgica canción de Los Mismos allá por los años sesenta. Son más bien ganas de llamar la atención como lo hace Ignacio Pla, que a cinco días de las elecciones nos anuncia un mini trasvase del Ebro hasta Sagunto en el más grande ejercicio de cinismo difícil de superar, empeñado como está en su permanente tomadura de pelo hacia un pueblo a quien le pide el voto. Por sus obras los conoceréis, dice la Biblia…y por sus palabras también, que a veces de tan claras, son como el agua que nos niegan, o como la droga, con la que tratan de adormecernos.

Un grupo de intelectuales y a la cabeza de ellos Rosa Diez y Fernando Savater han anunciado la creación de un nuevo partido que recoja a todos los socialistas vascos descontentos con la política llevada a cabo por el “talante Zapatero”. Es como un aldabonazo a la puerta de la dignidad, cerrada por un Presidente cuya llave guarda y comparte con el entorno etarra. El nuevo proyecto, claro y concreto, supone una bocanada de aire fresco para las gentes calladas de un partido cuya única defensa era mirar hacia otro lado. Ojalá la aldaba de la esperanza cumpla con su función y los despierte. Será un poco tarde porque ETA ha vuelta a coger, incluso con mas bríos, la fuerza que había perdido.

Las bufonadas propias de una campaña electoral no están mal del todo, menos cuando lo que parecen es un sarpullido que vienen del lejano tiempo del odio, cual ojos del Guadiana, que siempre vuelve a la escena. Decir que la bandera republicana reivindica la dignidad humana no deja de ser un juicio de valor, como cualquier otro rebatible. Pero si quien lo dice es Gloria Marcos, y la bandera que enarbola es la de la II República, suena a engaño. Más bien debiera callarse por todo el daño que hicieron los suyos a lo que aquella enseña representaba, a cuyo amparo y en su nombre cometieron toda clase de atrocidades. Y fueron ellos mismos quienes más contribuyeron a su desprestigio, abocándonos a una guerra civil, que no era otra cosa que su añorado sueño bolchevique.

La campaña electoral está en sus últimas horas y abre las ventanas de las urnas. Ignacio Pla, en sus mentiras de todo cuño se ríe de la gente a la que trata de ignorante, Su única baza es la del camuflaje, invitado por unos compañeros de viaje de viejos y cansinos discursos que nunca demostraron pero que siempre han utilizado. Decir que la derecha gobierna para sus amigos es una vieja historia tanta veces oída que ya resulta cansina. La razón está en la ausencia de argumentos, de ideas y de gestión; y la verdad es que cuando llegan al poder, no gobiernan para sus amigos sino para ellos mismos, para su enriquecimiento personal. Que de eso ya sabemos bastante todos los españoles.

Pronto veremos el Perol lleno de las mentiras de Pla y su “compromis” en las que afortunadamente nadie cree. Allí, como un museo de la infamia quedarán selladas, para recuerdo de una campaña en la que la mentira ha sido la real valía de la izquierda valenciana. Así será.

Mayo 2007-05-24



17 mayo, 2007

ESPARDEÑÁS Y PEROL TRENCAT - LVII

La campaña electoral ha dado comienzo y todos enfilan su rumbo hacia el triunfo en las urnas, aunque ya hace tiempo que empezaron con las zancadillas. La batalla sucede cada cuatro años y nada es nuevo; incluso las arcas de cristal son las mismas, donde depositamos el voto con la vana esperanza de que alguna vez nos hagan caso. Con el ejercicio del voto cumplimos con nuestra obligación de ciudadanos, aunque los políticos dicen que es nuestro derecho. Y en el juego de palabras está la encerrona, porque durante los próximos cuatro años todo serán obligaciones, mientras que nuestros derechos pocos.

La campaña con tintes de farsa en la que no se trata de ganar sino de ridiculizar al contrario tiene aires de sainete. Lo peor es cuando la tramoya es ruin y luce cortinas de mentiras, cuando sale relucir la infamia y el vilipendio despreciando al oponente. Y no es verdad que todos sean iguales porque eso no es cierto. En el arte de manipular, mentir y ofender al rival, la izquierda se lleva la palma, que para eso está. Y vuelvo a lo de siempre, porque viene al pelo. El gran problema español es que la derecha dice defender al trabajador y hay gente que no se lo cree, mientras que la izquierda dice hacer lo mismo con el obrero y hay quienes la creen. Dos problemas que se encierran en uno: un pueblo asustado, decimonónico, escondido en sus complejos, y una juventud que recurre al botellón como único recurso para sus creencias.

Antes se decía que lo importante era participar, refiriéndose a cualquier deporte. Ahora de lo que se trata es de que pierda el rival, y si es con la pierna rota, mejor. No sabemos si estamos en el estadio mentando la madre del árbitro, o en un mitin dejando pieles de plátano sobre un suelo lleno de engaños. Estamos en plena campaña electoral y los políticos se permiten licencias que van desde lo sensato, las menos, a las de la más ignominiosa maldad, que son los más. El ejemplo lo tenemos en el anunciado proyecto de la Torre de la Música que convertirá a Valencia en un referente más para el mundo del pentagrama. En base a su poso cultural auténtico vivero musical con cientos de bandas en nuestras tres provincias. Tan buena noticia ha sido censurada por gentes del BLOC y EU que han tenido la osadía de decir que en lugar de invertir en la línea uno del metro, el Partido Popular lo hace en la Torre de la Música. Es, como siempre, el comentario almibarado de pus y con el alimento de la bilis nacido de las bocas infames de unos nefastos políticos que sólo puede ser producto de su cinismo. Son como las abejas que se han cebado contra un joven que buscaba su miel, y ha recibido nada menos que más de cien picotazos sin más pena que haber confiado en ellas: su pecado, ilusionarse en la dulzura que mostraban.

Y es que las abejas tienen algo de miserables, condición a la que son ajenas como cualquier otro animal. Menos en el ser humano, cuyas miserias contribuyen a que pertenezcamos a la especie más perversa de la creación. Valencia,
la ciudad abanderada del mundo, la de realidades y de proyectos en beneficio de ella misma y de los que aquí viven, es, sin embargo, producto de los ataques permanentes por la izquierda en base a los eventos que la han convertido en un punto de referencia, sueños, destino y de sanas envidias. Y en esa agresividad, es donde aparecen los buitres hambrientos a falta de proyectos que sirvan para avanzar y sólo piensan en desvirtuar una realidad con los argumentos de sus mentiras. Lamentable.

En Valladolid, la vieja ciudad castellana, Isabel Pantoja ha reaparecido arrastrando su garbo y cola por la Plaza Mayor. Y lo ha hecho en calor de multitudes que han olvidado su paso por los juzgados por culpa de los blanqueos de sus “casitas”, a la que, por otra parte, son tan aficionados los andaluces en su gusto refinado por los encalados pueblos blancos. Dicen que el pecado capital de los españoles es el de la envidia, y algo hay de cierto, pero también el del olvido. Quizá sea esta la razón que lleve a Zapatero a su Ley de la Memoria Histórica de la que tan necesitados estamos. Lo malo es, que con la cola garbosa, cual varita mágica, y la sonrisa en la cara, de mofletes abiertos, resulta fácil embriagar a quienes están dispuestos tanto para dar positivo en su alcoholemia izquierdista como para recibir los engaños que tanto necesitan.

Tal y como estaba previsto en su hoja de ruta, el efecto mariposa, esta vez Zapatero, está a la vista: Batasuna estará presente en gran parte de los pueblos vascongados. Y qué casualidad, precisamente en aquellos que son más favorables al entorno etarra para lograr una mayor presencia en las instituciones, en función de un acuerdo tan claro como intencionado en el que la claudicación del Presidente no deja duda alguna, cogido como está, y sin margen de maniobra. Una vez más el Zapatos sale a la palestra, y vuelve con sus mentiras. Ahora nos dice que se ha cumplido con la Ley, cuando los candidatos son conocidos por todos y de su pertenencia a Batasuna nadie duda. En un ambiente hostil, violento, llenos de amenazas e intimidaciones, la campaña electoral avanza con el sonrojo de muchos seguidores socialistas avergonzados del talante que no esperaban: el de la rendición.

Hemos tenido en Canal 9 el “Debate sin réplicas” de los tres candidatos a la Generalitat, y allí estaban: un ilusionante Camps, un mentiroso Pla y la agazapada Gloria Marcos, “sota” ella sabrá qué. Y en el mismo día que se produce una explosión en la estación hidroeléctrica de Patraix que le sirve a Pla para culpabilizar a Camps, mintiendo una vez más. La instalación se autorizó cuando gobernaban los socialistas; su seguridad corresponde al Ministerio de Industria, es decir a Zapatero; y la Alcaldesa ha cumplido con su obligación de precintar una instalación dada por segura por el Gobierno Central. Después de la explosión, en sus cercanías, hemos visto la presencia de Pla, Carmen Alborch y Mª Eugenia González en cínica visita y de permanente engaño; cuando lo que correspondía, si de verdad están interesados en la salud pública de la ciudad, es acudir a la sede del Delegado de Gobierno. Con este botón basta para desenmascarar las mentiras, y que son muchas, de la izquierda valenciana montada siempre en su caballo del izquierdismo manipulador.

Metamos al izquierdismo manipulador en el perol, por lo que necesitaremos uno de goma que se irá hinchando, hinchando, insaciables y hambrientos, hasta alcanzar un volumen inimaginable. Hasta que estalle, con la esperanza que su inmundicia no nos alcance. Qué así sea.

10 mayo, 2007

ESPARDEÑÁS Y PEROL TRENCAT – LVI

L
as siete artes liberales conformaban un compendio del saber en la antigüedad, y en ellas se centraba toda la teoría educativa del medioevo. El trivium y el quadrivium, que las agrupaban, las resumían en un solo pensamiento: conseguir para el hombre la independencia individual en su lucha permanente contra la manipulación; y en un camino: el de llegar a ser libre. Pero todo esto es historia muy antigua, y pese a ello, la libertad sigue siendo una meta que aunque alcanzable, porque creemos verla en la cinta de meta, siempre hay alguien que lo dificulta abriendo calles por donde desviarnos. Sólo nos queda el deleite de soñar con ella y rozarla con nuestros dedos.

En el franquismo, el viejo general, daba ordenes -debía de ser a Europa- para que pusieran al Real Madrid en la tele y ganase títulos continentales cada vez que le interesaba. De esta forma nos quedábamos todos en casa alejados de la calle. También tenía, el viejo general, el recurso de “El Cordobés”, o el La, la, la de Massiel. Al menos, esto es lo que nos decían; y la cosa quedó así, para que pensáramos todos lo mismo viendo como entraba la pelotita en la red hasta quedar borrachos y exhaustos en la adormidera. Pero todo esto es ya historia muy antigua, y pese a ello, la cosa sigue siendo igual, porque ahora lo que quieren es desviarnos la atención de un hecho que nos causa estupor y al mismo tiempo nos avergüenza. Al menos, es lo que algunos pensamos.

La gran noticia nacional, el pulitzer de la información, amo y señor de todos los medios de comunicación ha sido la detención de la folclórica más querida por el pueblo español. Nadie entiende el momento, que debiendo haber sido antes, o nunca, se ha dejado justo para el que más convenía. Como un As en la manga guardado para la jugada oportuna y en el instante de más necesidad. Como una nueva calle por la que desviar la atención ocupando cabeceras de prensa, radio y televisión relegándonos a nuestras casas ante la caja boba y con la cara tonta; mientras Iñaki de Juana Chaos se pasea tranquilo y relajado recuperando su musculatura, que pronto veremos para qué, y confiando en la Justicia que trabaja a su favor. El Poder Judicial al servicio de ETA y las siete artes liberales se resumen en una, sin trivium ni quadrivium que le falte: cuestión de talante.

Quienes se están poniendo nerviosas, ni tranquilas ni relajadas, son las familias que ven como crece la hipoteca mensual sin que nadie haga nada por ellas. Ocurre, que cuando llega el día marcado, el del cargo mensual, y la cuenta corriente vibra y se tambalea, semejante al higo al caer del árbol, de cara arrugada, piel seca, mustia y lastimosa, se queda hueca, flácida y débil; de color rojizo alarmante y saldo negativo angustioso, adherida a la suela como cualquier higo sucio y podrido, sin que ningún Zapatos quiera saber, ni cómo desprenderlo de nuestras vidas. Sólo nos queda el recurso de apretar los dientes y ensanchar el crédito hasta que estalle, sin saber por donde, mientras los bancos hacen su Agosto que más bien son los de todos los meses del año. Antes los bancos buscaban clientes, y ahora buscamos a los bancos con la esperanza que se acuerden de nosotros por todos los días que nos quedan de vida, si es que no se quedan antes con nuestras casas.

Confieso que veía en el encanto natural de Segolene Royal la mejor Presidenta para los franceses, tan lejana a la Dama de Hierro que enamoró a los ingleses, pero con el gusto de la exquisitez. Nada mejor que ser natural consigo mismo, porque la cara es el espejo del alma, y a falta de otro más útil, lo mejor es cuidarla. Sin embargo, Segolene se traicionó a si misma, y cuando quiso vencer a su rival, sacó el mal genio, tan alejado de su semblante, con el recurso viejo, cutre y ya nada original, propio de la izquierda que por lo rancio huele a podrido. Vamos, a lo Pepiño Blanco, para entendernos mucho mejor. En cambio, Sarkozy, el candidato de ojos abiertos y cara de chiste, risueño permanente y de facciones tan abiertas como las ideas, le dijo que para ser un buen francés nada mejor que creer en Francia.

Qué aprenda la lección Ignacio Pla, candidato a la Generalitat, y arrincone de una vez el discurso de las mentiras en las que basa toda su campaña electoral. Y es que no se aclara, renuncia a ser él mismo, y se entrega a extraños compañeros de viaje en un teatro de cortinas de humo, apuntadores agazapados y una “clá” dispuesta a coger los autobuses tantas veces como haga falta. Qué para eso está el puente del Ebro, para cruzarlo. Quizá al no creer en el alma, Pla, tampoco encuentra su mejor cara, y anda cambiándola por todas la vallas publicitarias en una constante manipulación de la Comunidad Valenciana, empeñado en su retroceso y envidioso de su prosperidad.

En la Universidad de Alicante están con el debate de la estrecha relación entre la religiosidad popular y los desastres naturales en la sociedad valenciana de la Edad Moderna y sus consecuencias; allá por los siglos XVI al XVIII. Ambos fenómenos debían de llevarse muy mal. Y es que en sus peticiones de ayuda al cielo, por las sequías y por las hambrunas que les asolaban, nunca tuvieron respuesta. Sin embargo, los astrólogos afirman la relación que existe entre los astros y el ser humano; que viene a ser lo mismo que debaten los universitarios pero en ateo. Aquí la relación es más estrecha y un buen protector solar es muy necesario, según nos dicen los dermatólogos que seguro están ausentes en la Universidad de Alicante.

Una oficina de asuntos económicos ha aparecido escondida en los sótanos de la Moncloa y uno se pregunta que qué hace allí. Estaba a su frente un amigo de Zapatero, recomendado para la Alcaldía de Madrid. Para aclarar lo que huele mal, el Ministro Solbes sale al paso, y nos dice que en la mugre de ese despacho no había documentos, sólo papelitos. Sólo los imbéciles saben la diferencia que pueda haber entre un documento, y un papel informe sobre la actividad de una empresa privada, y cuando Solbes nos habla así es que piensa que quienes le escuchan son de esa condición.

La imaginación de la izquierda para mentirnos llega hasta el esperpento, así que al Perol una vez más con ellos hasta limpiarlos de tanto cinismo en beneficio de ellos y también de todos. Qué así sea.

03 mayo, 2007

ESPARDEÑÁS Y PEROL TRENCAT – LV

Dicen que la democracia es el menos malo de todos los sistemas conocidos y uno se pregunta el por qué de esta aseveración. ¿Qué por qué tiene que tener algo de malo un sistema basado en la pregunta al ciudadano, para dando por bueno el juego, aceptar el resultado? Uno no termina de entenderlo, a no ser que en el planteamiento esté la mentira agazapada en lo más hondo del aserto. ¿Aceptarían los nacionalistas la reprobación de sus mentiras? Ahí están, inasequibles al desaliento, mintiendo al personal, e inventando una historia cuyos hechos no sucedieron jamás.

En estos días se celebra el “CCC Aniversario de la Derrota de Almansa”, y hemos asistido y sabido de jornadas con tintes maratonianos donde la mentira y la manipulación se han hecho dueña del ambiente, semejante al terror que cubrió de sangre aquella contienda internacional, donde el Reino de Valencia, sin comerlo ni beberlo, fue el gran perdedor; y no precisamente por las razones que con tanta ligereza y falsedad pretenden adueñarse de nuestras mentes quienes con sus actitud dejan a la democracia a la altura del betún. ¡Vamos, los de siempre!

Son los que se unen al fragor de la batalla e impiden con su actitud violenta y ante la autoridad competente, el cierre por parte de la Ley de unos repetidores de TV3 ilegales, en contra de las vigentes leyes, que como siempre, se las pasan por el culo. Eso sí, desde la incultura más arrogante y con el único activo del pensamiento único hábilmente presentado en estuches de serrín, alojados en los estantes de la burricie, auténticos abrevaderos del nacionalismo cutre y borreguil.

¿Qué por qué la democracia tiene matiz negativo en su definición? Quizá sea por eso, porque sirve, y de ello se aprovechan, los que juegan para destrozarla, como también los del tiro en la nuca y el coche bomba, o los que acuden a ella como “El Tempranillo”, para enriquecerse..

El que anda liado y con mucho trabajo es el juez Garzón, al que le han fastidiado el puente. Comisionado para legalizar a Batasuna sea de rojo, sea de granate o lo sea de bermellón, los veremos en las urnas como desde hace tiempo vengo diciendo en algunas de mis Espardeñás. Los asuntos internos tan unidos al mundo policial en los trylers americanos son parte del juego que Zapatero se trae entre manos, del que no puede desprenderse. ¡Hasta las moscas saben quienes son los etarras y quienes no lo son! Y tratar de hacerse el loco por parte del Gobierno ante una cita electoral, en otra más de sus claudicaciones: es una mala pasada a la democracia que pagarán muy caro. Todo muy propio del juego sucio que se llevan entre manos, dirigido por un magistrado sectario que cumple las órdenes que le da el Zapatos. Baltasar Garzón, el paladín de las libertades, el látigo de los dictadores, el brazo fuerte de la ley, se desmorona. Y ahora trata de legalizar a quienes siempre atentaron contra la libertad, a los fieles a ideologías marxistas totalitarias, a los que escupen a la ley tras los cristales blindados de los juzgados, a cambio de que su jefe siga sentado en el sillón de la Presidencia del Gobierno gracias a los votos nacionalistas que tiene asegurados. Tratar de averiguar hasta donde son capaces de llegar tan nefasta pareja de personajes arbitristas y en cierta medida corruptos con el pueblo que tienen la obligación de defender, es un ejercicio mental necesario para quienes deseen luchar por su libertad personal. Jamás se han dicho tantas mentiras, como en estos días, para tratar de justificar la presencia de Batasuna en las urnas.

Y como también es bueno hablar en broma de vez en cuando, ya no tenemos ninguna duda de que Zapatero es gafe. Cuando ayudó al socialismo alemán, perdieron las elecciones; cuando animó a los franceses a la Constitución Europea provocó su indiferencia; a finales del 2006 nos dijo que el proceso de paz iba bien, y al día siguiente todos sabemos lo que pasó; deseó suerte a los valencianos ante el Chelsea y mejor no hablar; vino a la América Caps y nos dejó sin viento; habló a la Bolsa del mejor momento económico de nuestra historia y a los dos días se derrumbó; fue a París en ayuda de la candidata y no ganó las primarias. Quizá Segolene Royal esté diciéndole a Zapatero que para la segunda vuelta se quede en su casita sin cruzar los Pirineos.

Quien no se queda en su casita y sale a pasear es Ignacio de Juana de Chaos. En vísperas de elecciones es bueno para ellos calentar el ambiente, y ETA lo sabe. ¿Qué mejor que el héroe nacional, el hombre de paz que nos anunció Zapatero, que camine libre por las calles vascas con su novia cogida del brazo dirigiendo los hilos de la campaña electoral?

El Uno de Mayo ha pasado de largo y con muy pocos asistentes a la fiesta. La denuncia social ha pasado a último plano y las mejoras salariales han dejado de interesar a quienes están ajenos a una sociedad que avanza gracias al abandono de viejas utopías que fracasaron por la falsedad que las envestía. Más bien ha sido un mitin de una campaña electoral donde las banderas republicanas ignoradas por la soberanía nacional, los repetidores televisivos de los fraudulentos, la mentira y la manipulación pretende hacerse dueña, una vez más, ante la indiferencia de un pueblo que sabe muy bien hacia donde va.

Y como lo sabe, la Avenida del Puerto se convirtió en un río de gente que la inundó, por lo que la Delegación de Tráfico tuvo que improvisar afluentes para llegar a la nueva Valencia de cara al mar. La que durante tantos siglos le dio la espalda, pero que ahora le da la cara, atendiendo al viejo deseo transmitido de padres a hijos, y que pronto será una próspera realidad para la ciudad, tal y como varias generaciones soñaron alcanzar.

La Campaña de la Renta da su pitido de salida y los técnicos de Hacienda hacen su huelga, como el viento de la Copa del América. Y es que el estar más cerca unos de otros tiene estas cosas, porque del roce nace el cariño.

¿Alguien se imagina lo que diría la izquierda si Andalucía estuviera gobernada por el Partido Popular a la vista de lo que sucede en Marbella? Al Perol, una vez más, con los mentirosos, con los que van de progresistas cuando sólo son farsantes, y su único programa es el de la difamación y el de la mezquindad. Qué así sea.