11 enero, 2007

ESPARDEÑAS Y PEROL TRENCAT – XXXIX

Confieso que cuando leo la prensa, la presencia ante mis ojos de las páginas de sucesos me deprime. Forman parte de la realidad social de nuestros días a la que deberíamos prestar toda nuestra atención pues nosotros somos los principales protagonistas de la gran farsa, los que tantas veces, en nuestra pequeña parcela particular, conseguimos salvar la obra de un mal autor teatral pese a las dificultades que nos colocan en el camino. Sin embargo, hay algo en ellas que me incita a pasarlas de largo. Quizá sea la realidad de unos hechos que se repiten a diario y que poco a poco vamos aceptando como normales, convirtiéndolos en un pasado que entra a formar parte de nuestra Historia y que como tal, tanto podemos aprender de él.

Junto a los sucesos y a renglón seguido, llega la sección de esquelas. Esas páginas desagradecidas que no te darán ocasión de leerlas cuando seas su protagonista. Una Historia de la que jamás podrás aprender. Las noticias ingratas no saben de fechas y en cualquier momento hacen acto de presencia. Menos mal que la llegada de los Reyes Magos, quienes siguen viniendo de Oriente porque la magia jamás fenece, consigue que hasta los más furibundos republicanos participen de una fiesta que nos dejan un sabor dulce unido a las últimas migajas del turrón de Navidad.

Pero hasta en estos días de gozo mezclados con los de fraternidad, a veces ficticios, surge la intención perversa, cobarde y maligna. Como en esta ocasión sucede de la voz de Gloria Marcos. Esa mujer rechoncha, de cabellos tan rojos como sus pérfidas intenciones y tez tan grasa como granosa que nos promete una investigación sobre el accidente del metro para cuando ella llegue al Gobierno. Dice la indigna mujer que los familiares de las victimas quieren saber la verdad. ¿Cómo si no la supieran? Es ella quien se encarga de trasvasar sus malas intenciones manipulando a quienes sufren la pérdida del ser querido, ajenos e indefensos, ante quien busca en los muertos su renta personal. Hace unos días otros infames profanaron un cementerio buscando algo de provecho en el interior de los nichos. Las rentas siempre estuvieron muy unidas, tanto las políticas cómo las del vil metal.

El Ayuntamiento de Valencia tiene un proyecto para mejorar el medio ambiente de la Albufera valenciana. Se trata de sustituir el combustible diesel que utilizan las barcas por otro menos contaminante como es el hidrogeno. Pero como lo cortés no quita lo valiente y sabe más el diablo por viejo que por diablo, se obliga a todos los barqueros a llevar entre sus aparejos la tradicional “percha”: esa vara de hasta tres metros de longitud que se desliza por sus callosas manos buscando en el cieno el apoyo justo y necesario para deslizarse por las tranquilas aguas del lago. Ahí está la sabiduría del pescador. No hundir demasiado la percha para no perderla anclada en el barro de las miserias. ¡Percha! ¡percha!, decía el Tío Paloma, aquel personaje blasquiano, honrado, que sólo entendía de su honor profesional. Cualidad ésta desaparecida en la clase política que nos gobierna y que ha sido sustituida por un “talante” sin honor y muy poco profesional; su cualidad más a la vista ha sido verles navegar durante casi tres años con la “percha de la Mentira” convertida por ellos en su estandarte de cualquier campaña electoral.

Otegui, en estos días, está explicando por el mundo las razones del atentado de Barajas. ¿A qué se espera para detenerle y meterle en prisión?

Ignacio Pla ha reunido en la sede de Blanquerías a los diputados nacionales y autonómicos para explicarles los beneficios del Gobierno Zapatero para la Comunidad Valenciana. Un tal Sr. Menendez, cercano al PSOE, me ha dicho que lo vio entrar en la casa socialista con una chistera y un conejo escondido en la sobaquera. En sus manos sólo llevaba un ejemplar del periódico El País y una edición inédita de los cuentos de Calleja. ¡Lo que se aprende leyendo!

Zapatero invita a Rajoy a la Moncloa por el procedimiento de urgencia para tratar sobre el terrorismo etarra siguiendo los consejos del Rey Juan Carlos. La reunión no ha servido de nada porque para el Zapatos sólo es un Viva Cartagena y hacer como que sigue los consejos del Monarca. Rajoy quiere volver al Pacto contra el Terrorismo. Pacto que nunca debió abandonar el Presidente del Gobierno y que volver a él, sería como firmar su defunción política. Pero… primero está el “buen sillón” que el buen Gobierno. Mientras tanto Oteguí sigue ganando protagonismo deseando la continuidad del talante Zapatero que tanto les ha fortalecido.

Ignacio Plá le ha dicho a Francisco Camps que el trasvase del Ebro está enterrado. Enterraron primero al Teatro Romano de Sagunto y ahora quiere hacer lo mismo con la solución a los problemas de la sequía en la Comunidad Valenciana. Lo que quiere decirnos Plá es que los valencianos no tenemos derecho a un río que es de todos pero de cuya propiedad se ha adueñado el tripartito, sin que por ello se le caiga la cara de vergüenza tanto a Plá como a todos los Diputados que tras él van la lista. ¿Al servicio de quienes están? Ojalá todo el pueblo valenciano tuviera la suficiente libertad para poder reflexionar sobre ello.

Y mientras el Ebro lo quieren los catalanes para ellos solos, ahora Montilla nos sale ofreciendo a toda España una TV en catalán demostrando el grado de estupidez al que ha llegado semejante inútil de la política, cuyo único logro es el mismo que el de todos los lideres socialistas de una u otra hornada: el enriquecimiento personal.

ETA hace responsable al Gobierno de la muerte de dos ecuatorianos al accionar la banda criminal seiscientos kilos de dinamita. El Gobierno en su pecado lleva la penitencia y de aquellos barros salieron estos lodos. La forma en actuar de echar la culpa a los demás, es consustancial con el sentimiento más perverso del ser humano que anida en quien carece de noble condición.

La usan para imputar a los demás sus intenciones más infames y siniestras. Técnica tantas veces utilizada por el izquierdismo manipulador convertida en activo permanente y que saben utilizar con sus incondicionales seguidores. Y no solo dirigida a estos sino también a los miserables, como lo demuestran estos mismos, cuando han echado la culpa de los asesinatos cometidos por ETA o por otros, al Partido Popular.

En esta ocasión metamos en el Perol a los de las mentiras infames que sólo saben del pueblo para engañarles y fuerte con ellos. Qué se den cuenta que si en ocasiones sacaron rentas, no será así siempre. Quien a hierro mata a hierro muere. Qué así sea.

Enero 2007-01-11

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