15 febrero, 2007

ESPARDEÑÁS Y PEROL TRENCAT - XLIV
Nunca he creído en la bonanza de los aluviones cuando se presentan con la parafernalia de la actualidad y vestidos con la propaganda de la necesidad, y sobre todo, cuando son ofrecidos en los interesados escaparates de los medios de comunicación.

Algo no encaja en todo este asunto del cambio climático con aire de betseller y el glamour de los días de fiestas sobre la alfombra roja de los Oscar por la que pasea Al Gore en busca de la gloria. Lo que quieren es hacernos fijar la atención en la mierda ambiental que nos rodea para que nos olvidemos de otra que huele fatal. Como la que nos está llevando un Gobierno que se dice de España, pero que juega con el cambio autonómico con isobaras a la deriva.

Algo no encaja y hay hasta quienes ofrecen soluciones ligeras, como libros de bolsillo para acrecentar la autoestima o para aprender el arameo en diez días. Ya están preparando iniciativas para las elecciones en las que ofrecerán soluciones al cambio climático o vendernos una loción contra la caída del cabello. Ese animalillo tubular llamado pelo, largo y apreciado, que siempre han tratado de tomarnos.

Y ojalá fuera cierta la solución del zumosoil, futuro combustible para la automoción con nombre de refresco que servirá para enfriar un poco el ambiente. La naranja valenciana que ahora se pudre en los campos, alimentó durante muchos años la balanza de pagos de la economía española. En su pulpa y cáscara está nada menos que el bioetanol que fermentado, evita el CO2 y servirá para ahorrarnos la gasolina que la Formula Uno en expansión se encargará de utilizar. Dicen que en EEUU, Brasil y Suecia ya es una realidad. Pues nada, todo es cuestión de fe, esperanza y paciencia, buenos ingredientes para la salud y no los aluviones que sólo sirven para arrasar.

Oleguer Presas, nacido en 1980, futbolista que se dedica a defender, de vez en cuando ataca, pero no por el carril que le pertenece. Algo sabe del pasado histórico pero imagino con qué traductor y no con varios, lo que es mala cosa cuando uno de verdad, lo que quiere es aprender. El chaval habla sin tener el menor decoro de un asesino de veinticinco personas, enorgullecido de sus hazañas y nada arrepentido. Mostrar respeto por un contrito y salir en su defensa puede ser hasta noble, pero tener consideración por una bestia entubada aspirando hacia dentro, se merece otro registro. Parece ser que Oleguer no encuentra el trellat necesario para unir a su corpore sano, una mens sana que tiene bastante mareada por el tiempo. Con seguridad si algún familiar de Oleguer estuviera dentro de la “lista elaborada a sangre y fuego por Juana Chaos”, su lado humano, tan escondido, sí que estaría a la vista de todos.

¡Manda huevos!, decía Trillo. Pepiño Blanco, Secretario de Organización del PSOE, aquel desconocido que surgió como pancartero durante la última legislatura de Aznar, promotor de constantes manifestaciones donde el insulto de ¡Asesino! era lo más habitual, o como aquellas contra el chapapote gallego cuyo recuerdo en estos días debía avergonzar al muy truhán. Él se ha querellado contra los “gritos escuchados en la última manifestación organizada por el Foro de Ermua”. Lo hace a titulo personal y no contra los organizadores, sino contra los autores de unos gritos cuyo eco podrían amenazar su integridad física. La cosa no tiene la menor importancia, tan solo para conocer a este perro de presa: la cara más auténtica del talante Zapatero.

Pasarela Cibeles ha rechazado a unas modelos por no alcanzar la talla exigida cuando también se está realizando un estudio para conocer las medidas corporales de la actual mujer española. El aporte de datos y la toma de decisiones contribuyen a mejorar el mundo en que se mueven las españolas, cada vez más presentes en los diagramas de nuestra sociedad en la que pese a ser mayoría siempre estaban en el lado del olvido. El mínimo exigido y el conocimiento exacto de su valía debiera ser una constante sobre todo para los políticos bullangueros que sin oficio ni beneficio sólo ven en el escaño una forma de medrar.

Ramón Jáuregui, portavoz del PSOE en la Comisión Constitucional del Congreso, referente a la reducción de pena a Juan Chaos ha dicho que la Justicia tiene la obligación de reinsertar al preso. Escuchar esto en un político nos deja en la más absoluta indefensión. Imaginar al etarra reinsertado y arrepentido sólo queda para los idiotas. El votante se merece respeto y no el engaño hecho por el portavoz vasco que en sus declaraciones deja bien claro que nos toma por imbéciles.

Mientras Ramón Jáuregui nos habla de la reinserción de los presos, en la cárcel de Picasent un recluso ha agredido a cinco funcionarios en un hecho que se repite con frecuencia en las prisiones españolas según denuncia la Agrupación de los Cuerpos de la Administración de Instituciones Penitenciarias. Lo dicho, escuchar al Diputado socialista nos deja indefensos junto a unos jueces más empeñados en los eximentes que en los agravantes y en el olvido de que su principal misión es actuar en defensa del ciudadano.

Los jueces deben buscar en los recovecos de las leyes para reducir y liberar al preso que se lo merezca, pero también y de la misma forma, indagando en las leyes, procurar el cumplimiento integro de las penas para los que llevan la bestia dentro. Jamás dejarlas en la calle con sus vítores, sus puños en alto y su afán de continuar odiando, apología ésta del terrorismo que, por cierto, es delito.

Metamos en el Perol a los políticos que actúan con engaños, con mentiras y con provocaciones, cuya mayor contribución ha sido la de la crispación y el enfrentamiento en una Sociedad que con tanta dignidad había superado, y con alta nota, una transición ejemplar. Duro con ellos para que se den por enterados. Qué así sea.

Nota: En su acto de nombramiento, el Ministro de Justicia arremete contra el Poder Judicial. El talante provocador del Zapatos sigue avanzando y a Montesquieu que le den morcillas.

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