01 febrero, 2007

ESPARDEÑÁS Y PEROL TRENCAT - XLII

Nuestra sociedad avanza por caminos sembrados de dudas creadas por nosotros mismos y con nuestra complacencia. El asalto a la propiedad privada, incluso la mal llamada violencia de genero que nos asola, se quedan en meras anécdotas en comparación con los hábitos y tolerancias que estamos incubando en la juventud.

Los maltratos físicos entre la misma infancia, la violencia tanto psicológica como sexual dentro de los centros escolares, en los patios y en las aulas y las agresiones de alumnos al profesorado son un sembrado cuyos frutos ya estamos recogiendo. Su cultivo puede suponer la inutilidad generacional, no de una sino de varias, de un segmento llamado a ser protagonista en un mundo que presumimos incierto.

Los datos obtenidos en nuestra Comunidad Valenciana son muy alarmantes y no deben ser diferentes a los del resto de España. Echar la culpa a los distintos cambios introducidos en las Leyes de Enseñanza durante los últimos treinta años es de necesidad pues hay mucho de cierto en ello. Sin restar un ápice, por supuesto, a la responsabilidad de los padres que si antaño eran participes del profesorado hoy están más atentos a escuchar, ignorándolas, las mentiras de sus hijos. Y pese a los datos tan preocupantes en la Enseñanza Primaria y Secundaria, estos se quedan cortos porque la realidad es mucho más dura, según denuncia el Director de un Centro Escolar.

Y hablando de maestros y de maestras. Como no podía ser de otra manera, parte de la izquierda se presenta en Sociedad con la esperanza de poder unirse a la otra parte restante después de las próximas elecciones. Mientras tanto, el mismo PSOE se hace el loco pero el izquierdismo manipulador está latente en la estrategia.

Y como si unos Juegos Florales se tratase se presentan con el fondo de su cuatribarrada, de su trasnochado republicanismo y de un catalanismo montaraz y agreste como estandartes ajenos a un pueblo que con ellos no se identifica. Pero el acto sirve a los intereses bastardos de una minoría bajo la batuta de Eliseo Climent, hambriento de una mayor caja. Ver a Gloria Marcos preñada del odio que vomita por su boca, es el ejemplo que nos debe alertar de una persona que si para algo le ha servido el cargo es para su medro personal, labrándose una forma de vivir a consta de su infamia.

El valenciano Federico Felix, Presidente de la Asociación de Empresarios, ha dicho que “el valenciano no sabe hacer tribu”. Pocas veces se escuchan palabras tan certeras expresivas de lo que es una machacona realidad. En Alicante, el noventa por ciento de la población no se considera valenciana sino alicantina. En Castellón el veinte por ciento asegura ser catalán. Coalición Valenciana sólo tiene vida en la ciudad de Valencia. El Partido Popular, acomplejado, no sólo tolera la catalanización de Canal Nou sino que legitima a la catalana Academia Valenciana de la Lengua que oculta y manipula la verdadera historia de la Lengua Valenciana. El PSOE, por su único ojo que lo tiene en el culo, aún no se ha dado cuenta del porqué salió de la Generalitat y los que están a su izquierda, altaneros, sienten cada vez con más fuerza los orgasmos de su catalanidad. Me decía un amigo turolense, opinión que constaté, que los de Teruel apreciaban más a Valencia que a Zaragoza pero que cuando sentían rasgar una jota con la uña de un meñique todos eran aragoneses.

Otro amigo sevillano me decía distinguir el habla de cada una de sus ocho provincias pero que el flamenco les unía y todos se consideran andaluces. Y lo mismo ocurre con catalanes, extremeños, gallegos, castellanos, manchegos o vascos. La única excepción la nuestra, los que no sabemos hacer tribu. Siempre pensé y pienso, que todo obedece a un problema cultural de quienes no conocen ni un solo ápice de su historia. Sobre todo la de su lengua, a cuya manipulación ha contribuido la Universidad Literaria de Valencia: esa desvergonzada institución que da patentes de catalanidad a quienes poseen un pensamiento único, tan sectario como ofuscado, producto de su complejo intelectual.

Siempre entendí el furor uterino o la hinchazón del falo como algo natural ajeno al cambio climático o a quienes nos gobiernan. Pero lo que es más difícil de entender es ese furor incipiente en Maria Luisa Merlo quien siempre fue valenciana de paso rápido por nuestra tierra, más atenta al cocido que a la paella. Ahora viene a Torrente a un acto de teatro organizado por el PSOE y con carácter electoral. La penosa dama dice sentirse valenciana por primera vez. Aprovecha la ocasión para desear un cambio de Gobierno en la Generalitat y Alcaldía de Valencia y miente cuando dice que la Generalitat se olvida de premiar a los actores valencianos, al mismo tiempo que lamenta que nunca premiaran ni a ella ni a su padre. Sólo que recuerde en los últimos años, Lola Cardona, Amparo Rivelles, Mª Fernanda D’Ocon, Antonio Ferrandis, valencianos ellos, fueron galardonados por la Generalitat.

Además, sus mentiras engañan a ella misma pues su padre falleció cuando quienes gobernaban eran del partido que ella ahora ensalza. El izquierdismo manipulador junto a la mentira permanente no cesa en su empeño y se está adueñando de un sector del mundo del cine que contribuye a su caída en barrena desde la cumbre en la que estaba. Era en la época del blanco y negro del gran actor Ismael Merlo y de la ausencia de una Academia del Cine que por sus resultados actuales, ni puñetera falta que le hace. ¡Son patéticos!

Castilla-La Mancha ha aprobado la reforma de su Estatuto y la moda del nuevo “talante” está patente en su diseño. Todo ante un pueblo atónito por tanto desgobierno que por el momento no reacciona. El PSOE del Zapatos cada vez más idéntico al de su otro par, el de Largo Caballero, aquel que sembró la discordia en España entera: eran otros campos pero la simiente, la misma.

Metamos al “talante” en el Perol para cocerlo a fuego lento con la esperanza de que en sus vapores desaparezca toda la falsedad que lleva dentro. Qué así sea.


Nota: Tabares, ese hombre del PSOE, sigue en orden de busca y captura por orden de la Audiencia de Valencia. La justicia es lenta e inexorable, dicen algun@s. Ahora parece que está en China. Mientras tanto, el entorno de Blanquerías ni pío. Y es que cuando la cara es de plomo, los labios permanecen mudos.

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