19 abril, 2007

ESPARDEÑÁS Y PEROL TRENCAT - LIII

Abril aguas mil, y las listas municipales y autonómicas a remojo a poco más de un mes de la jornada electoral. Todos los partidos políticos están en la faena, en ella devoran horas extras y trabajan con tesón; aunque para algunos sólo sea cuestión de compadreo. El asunto lo llevan en silencio –dicen que las paredes oyen- no sea que se entere algún vecino. Para evitarlo, las cuidan con mimo y las lavan a mano sobre la tabla de surcos limpiando sus impurezas. Llegará el momento de los zurcidos, para, finalmente, tenderlas al sol. Así pues, todo es cuestión que deje de llover a la espera del día en el que todos contentos y con amplias sonrisas, llegue el momento de presentarlas en sociedad. Será el momento del inicio de la batalla electoral donde los trapos sucios, ajenos a las colada, saldrán relucir, pero no para secarse. Llegará también el momento de la urnas, limpias y bruñidas, donde una vez cada cuatro años nos convertimos en los auténticos protagonistas de la fiesta para arrinconarnos después al pelotón de los olvidados; aunque al menos, una vez al año, apareces en la lista de Hacienda. Lo que demuestra y también nos reconforta, que no se han olvidado de nosotros.

Llega pues el momento del maquillaje, y quién mejor que el mundo del cine, que en su papel de casposa intelectualidad, donde se esconde lo más sórdido de la seudo-progresía con ínsulas de falsedad, emerge otra vez a la palestra empeñados en derrotar al Partido Popular. Al menos, el maestro Jhon Ford, se cargaba a los indios apaches con algo de emoción, mientras las viejas butacas de sesión continua chirriaban al trote de los caballos por los parajes inmensos del Gran Cañón del Colorado. Y es que, cuando el gusano rojo encuentra la manzana lustrosa de una Comunidad como la nuestra, en constante progreso, hinca el diente de la envidia y no cede. Van de intelectuales, y se convierten en la mugre del cine español baboseando los meritos de la subvención.

Si no fuera por quien es, y por lo que representa, hasta se podría perder el tiempo en escucharla. Pero el odio y la verdad son amores imposibles. Gloria Marcos reivindica “los valores republicanos de la ética, la austeridad y la solidaridad”, en el recuerdo a la II Republica española. Es más bien un ejercicio mental que nos produce vergüenza, cuando todo lo bueno que tuvieron aquellos años, –por cierto, bien poco- fue ultrajado por sus mismos afines. Qué no nos venga pues Gloria Marcos con monsergas, ni con mentiras, ni con infamias. Mayor fue la dignidad que tuvieron los intelectuales de la época al denunciar los excesos de aquellos libertarios bolcheviques, embarcados en desprestigiar a la Republica, para llegar al puerto de una guerra civil que buscaron con ahínco.

Ante su anunciado fracaso, Zapatero se desmarca del proceso de paz y vuelve al inicio de su legislatura provocando el enfrentamiento en la sociedad y atizando el fuego de las mentiras. Le encanta el clamor de las dos Españas, y Pepiño saca la moviola convencido de que en la división está la victoria que presumen cerca. Les conviene pues, alejarse de la reconciliación nacional a la que no han dedicado ni un solo segundo de su tiempo. Atrás quedaron los años negros de la historia, ya no tan reciente, gracias a nuestros padres y abuelos, de uno y otro bando, que silenciaron y quisieron olvidar. En cambio, el Zapatos, lucha por sacarla a la luz en el más infame de los betsellers, al mismo tiempo que sus compañeros de viaje gozan con orgasmos republicanos de los que no participa la soberanía –tantas veces engañada- del pueblo español.

Zapatero, presidente por accidente, más chulo que un ocho y marcando las diez y diez, se planta ante la Bolsa de Valores para hablar de economía, justo después de haber intervenido en un mercado que debe transcurrir libre por Europa que él ha intentado frenar. Habrá echado de menos los aplausos de otros foros rendidos a sus pies –manipulados, dejados al engaño y entregados a sus mentiras- pero todo es cuestión de cambiar la marcha. Y por ello, ha dejado de hablar del proceso de paz cuando nos enteramos que los etarras tenían ciertos privilegios frutos de la negociación: una especie de salvoconducto con teléfonos de socorro para llamadas en caso de emergencia.

La Copa del América ha iniciado su singladura y el tiempo no acompaña. El viento se esconde y las velas mustian sus caras igual que las de los populares que se han quedado fuera de las listas. Tachados los Zaplanistas de ellas, dejan espacio para los de Camps; y la izquierda arremete con la falsa corrupción, su recurso de siempre y con el más vil de los estilos. Se enriquecieron tanto con ella, que de qué van a hablar.

Quienes cada vez lo tienen más fácil son los estudiantes de Bachiller, cada vez más dedicados al Play Station, alojado en sus mochilas que necesitaran más espaciosas para unas cuantas calabazas. Con la mitad de las asignaturas suspendidas, los alumnos podrán pasar de curso, aunque las lleven cargadas a sus espaldas. Dicen los traumatólogos que esto no es bueno para la columna y es malo para la vejez; pero estamos acostumbrados a tanto despropósitos que ya todo nos parece normal. Aquí lo único que importa es la salud de Juana Chaos, y que Batasuna acuda a las urnas aunque tenga suspendidos los deberes. De esto es de lo que se trata.

Al Perol una vez más con los que nos mienten, que son los de siempre: Zapatero y sus muchachos. Basan su defensa diciéndonos que son otros los mentirosos y en su juego de espejos ellos mismos se descubren. Qué no tengan tanto empeño. Duro y al Perol con ellos. Qué así sea.

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