07 junio, 2007

ESPARDEÑAS Y PEROL TRENCAT – LX

Los manteros de tez morena, de largas pelambreras adornadas con lazos multicolores ofrecen sus mercancías de falso diseño al paseante de cualquier calle peatonal, y cuando ven acercarse a los del orden, de caminar ligero y porra en mano, alguien que está al acecho les lanza un aviso de alerta, y manta al hombro huyen raudos los de tez morena mezclándose en la gente como el conejillo que se esconde entre los arbustos en busca de su protección. Algunos dejan su carga en un previsto contenedor, listo a las manos de otro mantero que está atento en salvar la carga que para ellos representa el pan de cada día. Sólo los incautos, ajenos a lo que les rodea, siguen en sus puestos, bien por su necesitado interés, o tal vez sea por su ceguera.

A los manteros de la política les pasa lo mismo, y si algunos han salido corriendo y escaldados de la jornada electoral, abandonando el barco escocidos por lo que no esperaban, otros, de caras tan sonrientes como almidonadas siguen en sus puestos echando la culpa de su fracaso a la incomprensión de los votantes, incluso algunos insultándoles, o los más desean seguir vendiendo su manta rebosante de artículos falseados.

La Formula I ya es una realidad para Valencia al menos por siete años y con la esperanza de que sean algunos más. Esperemos que nada impida cumplir un compromiso que dará más renombre y prestigio a nuestra ciudad. Es otra tarjeta de visita más que Valencia podrá ofrecer al mundo, y una garantía para nuestra industria hostelera cada vez con mayor demanda de puestos de trabajo. Los eventos deportivos, que siempre fueron un impulso fundamental para el embellecimiento y ensanche de nuestra ciudad –recordemos lo que supuso para la ciudad ser sede de la Copa Mundial de Futbol- en esta ocasión no será menos. Muy pronto veremos a los proyectos dormidos en los cajones de la espera salir hacia la zona de boxer a la velocidad de la ilusión.

La Universidad de Valencia, que tanto daños ha hecho a nuestra cultura valenciana se ha convertido en el panteón mudo de los ridículos. Durante toda la campaña electoral, incluso antes de ella, han estado tramando sueños alquimistas para manipular el voto valenciano en otra más de sus vergonzantes campañas. Sus profesionales de la mentira, tanto de la histórica como de la real que vemos todos, llegaron a afirmar que el triunfo de la izquierda en la Comunidad Valenciana estaba asegurado. Y en su mezquina osadía, veían a Rita Barberá fuera de la que será su casa durante muchos años más. Esta especie de nigromante universitario anda callada en paradero desconocido pero seguro que no quietos. Algo nuevo tramarán.

Gloria Marcos, ya sin mayordomo de ocasión pero que gracias a ello ha conseguido, el mayordomo, lo que pretendía a través de una puerta falsa, ha echado la culpa de su gran fracaso a los votantes. Y es que cuando el odio se anida en una persona, el humo, fume o no fume la desdichada dama, ciega sus ojos pequeños y escondidos tras sus parpados hinchados, seguramente por los efectos de su ira.

Pasada la resaca de las elecciones, es la hora de saborear los triunfos o de esconder las penas. Antesalas éstas a los pactos que se avecinan, allá donde la dicha no ha sido entera. La opinión de los votantes, a quienes les ha pasado su minuto de gloria, ya no cuenta. Y hay quienes dicen que lo que ahora toca es aliarse hasta con el diablo, si es que la situación así lo demanda. Los pactos de familia eran cuando los años de las luces, pero ahora no hay luz que valga. Lo que importa es el sillón, aunque sea a dos velas; y en su claro oscuro el mejor entreacto es el verse libre de pecado, por muchos que tengas, dispuesto sin el menor descaro a tirar la primera la piedra.

La organización etarra también está dispuesta otra vez a lanzar piedras, pero como siempre, de plomo. Nos ha dicho que abandona la tregua. O sea, que lo de Barajas fue un entrenamiento sólo para mantener la forma, entretenidos como estaban en otras “prioridades” como eran las de conseguir más fuerza, abrirse las puertas a las instituciones constitucionales y meter cuña en Navarra. Y a fe que lo han conseguido. Sin embargo, nada más anunciarnos la vuelta a su camino de siempre, Zapatero, muy pocas horas después, nos quiere vender la burra de que “ETA se equivoca”.

¿Se equivoca ETA, o el equivocado es él? Qué fácil le resulta echar las culpas a los demás de los errores que le son propios. ¡Dónde vas Zapatero, y hacía dónde nos llevas! Que sea el Presidente del Gobierno español, el único que no sepa las verdaderas intenciones de ETA es para preocuparse y preocuparnos. Otros, sin embargo, andan preocupados buscando letra al Himno Nacional que ya veremos, si con una, es bastante.

Qué se deje ya de juegos artificiales y sueños de ganar el cielo, que para eso no está Zapatero. Qué vuelva al camino que llevó a ETA al borde de su asfixia del que nunca debió salir y todos, hasta el Zapatos y su propia conciencia, dormiremos más tranquilos.

Metamos en nuestro Perol a un verdadero deseo de paz y hagamos votos para conseguirlo, siendo conscientes de que la única forma de lograrlo es con el Pacto que Zapatero firmó, y que él mismo incumplió. Qué así sea.

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