16 noviembre, 2006

ESPARDEÑÁS Y PEROL TRENCAT - XXXI

Los problemas dejan de serlo una vez se encuentra su solución; si no la tienen se transforman en un misterio que perdurará por los siglos de los siglos. Ya hay unos cuantos de estos desde el mismo día de la Creación que es el misterio más grande de todos. Luego, hay problemas que los creamos nosotros, como el gran problema que tiene la derecha, que resulta ser, cuando dice defender a los obreros y estos no se lo creen. Mientras que el gran problema de la izquierda actual es que cuando dicen lo mismo, los obreros se lo creen. Tanto la frustración personal como la intranquilidad social que juntos forman la desesperanza en el pueblo, tienen que ver con esta problemática creada por una izquierda y una derecha que cada vez son más idénticas. La izquierda descontenta con el parecido quiere desmarcarse y sólo le queda el recurso de la manipulación y de la mentira.

Lo que sucede en el fondo es que ya nadie se fía de ellos. Todo es cuestión de confianza que tiene nombre de mujer. O quizá de fe, que es lo mismo pero menos terrenal. A los partidos políticos les va la división y el enfrentamiento. Dicen los políticos que eso es la esencia de la democracia y con voz falsa dicen lo mismo de la alternancia en el poder, pero mienten porque lo que quieren es mandar siempre destrozando al oponente.

Menudo problema el de Zapatero al coincidir con Otegui en su apreciación personal contra el fallo de los jueces condenando a un asesino de casi treinta personas. ¡Han dicho lo mismo! El memo se une al rufián sin temblarle el pulso ni tragando saliva por su gaznate. Al mismo tiempo y por el mismo asunto, Ibarra y Bono han salido al paso y han puesto las cosas en su justo sitio. Si es que el asunto está tan claro que ver con buenos ojos la “estrategia” de Zapatero tan beneficiosa para ETA, pone al hombre del lado del animal más depredador ajeno a cualquier sentimiento humano.

En una noche triunfal el Valencia CF ha dado a conocer “la joya de su corona”. Los numerosos invitados quedaron asombrados por la huella valenciana que se atisba en el nuevo estadio, además de su espectacularidad y de su belleza. Entre los invitados estaban Carmen Alborch y Rafael Rubio quienes mostraron su satisfacción por el proyecto y por lo que iba a representar para la ciudad de Valencia; y como es natural primero tiran la piedra pero después esconden la mano. Primero necesitaron manipular a los suyos, a quienes como siempre les mienten, diciéndoles lo que quieren oír y luego se suben al carro del evento. Aunque no perderán ocasión, ya lo verán, y volverán a saltar al “campo” con su eterna canción.

Que España es diferente es conocido por todos, aquel slogan del franquismo tan de actualidad. En el fondo nos da cierta personalidad pero también algún problema. Como lo es que un centro médico pueda llegar a ser controlado por los sindicatos o que un tribunal médico valore más el conocimiento del valenciano que el de la investigación. ¡Spain is different! Y es que siempre ocurre lo mismo, nos dedicamos más a la apariencia que a la inteligencia cuyo déficit es el auténtico problema nacional.

El efecto mariposa convertido en el efecto Zapatero es otro gran problema. Cuando el Zapatos mueve sus mofletes, las calle vascas se mueven y vuelven a llenarse de intolerantes, de violentos. Mientras tanto el pueblo llano se mete en sus casas, cierra las ventanas y añora su libertad.

Impotencia y desespero nos produce ver los rostros de un apacible matrimonio de Vinaroz con sus ojos amoratados y sus caras hinchadas, no solo por los golpes sino también por la incomprensión y la resignación. Las páginas de estos sucesos domésticos, cada vez ocupan más espacio en nuestras vidas y parece ser que sólo nos queda la esperanza de que el destino no nos cruce con ninguna especie humana de la raza animal.

En las nuestras calles hemos visto desfilar a las tropas valencianas junto a las napoleónicas en una recreación histórica de la Guerra de la Independencia española. La artillería y el cruce de sables se han visto en la Plaza de los Fueros a la sombra de las Torres de Serranos. Es de agradecer la representación de una gesta puntual en la que el pueblo valenciano derrotó al invasor francés, contribuyendo así a la victoria final de un ejemplar patriotismo que suponía también, por otra parte, imponerse a la Ilustración.

Está en marcha la solución al problema que plantea la “alianza de civilizaciones” que siempre tendrá sus dos caras. Habrá que preguntarse si los otros aceptan lo que quieren los unos, o si por el contrario, prefieren mantenerse en su “edad media” particular. Temo que sea así y que la presente “alianza” se quede en una mera promesa electoral.

Vaya ejemplo el que estamos viendo en la política catalana post elecciones. ¿No es el Parlamento el que nombre Gobierno? ¿Dónde está el Parlamento? ¿Acaso está formado? ¿Acaso las formas ya no importan? Puro juego de trileros pero de pasillos y despachos. Jamás el seny catalán estuvo tan en mínimos. Pero es lo que hay; algunos dicen “lo que toca”.

“Guste o no guste, tenemos que aceptar el bagaje democrático del presidente guineano”. Esta frase en la propia boca de Moratinos adquiere el tinte más genuino del puro talante Zapatero. ¡Si no lo oigo no me lo creo! ¿O sí?

Metamos en el perol tanto a los que crean problemas sin aportar soluciones, como a los que nos prometen falsas promesas a los problemas que otros crean. Duro y a la cabeza pero con buen tino. Qué así sea.

Noviembre 2006-11-16

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