17 agosto, 2006

ESPARDEÑAS Y PEROL TRENCAT-II

El caballero andante arremetió contra los molinos de viento con el fin de postrarlos sobre la tierra por representar aquellos la riqueza de los poderosos. El bueno y dócil de Sancho, sabedor de sus loqueras y al no poder evitar la tragedia le dejó estar, y que: ¡Fuera como él quisiera! Después de aconsejarle destreza, pidió a Dios ayuda para su amo. Por razón de sexo, que no de otra cosa, Isaura Navarro no es caballero. Pero sí es de encantadora figura y arremete desde siempre, emulando al ingenioso hidalgo, contra todo lo que le place sin tener en cuenta si la verdad está en lo que denuncia o si en cambio son auténticos molinos de viento. Seguramente lo hará para agradar a los buenos y muchos Sanchos que la siguen, cosa que no era la cuestión en Alonso Quijano. Pero ahora, cuando otros la ven en los molinos del poder -que con seguridad están tan equivocados como lo son los agresivos lances de la diputada valenciana- arremeten contra Isaura Navarro. Doña Isaura de la Izquierda Unida, la de los libros de caballerías, cree que sólo es ella la que puede calumniar. Se ve como el famoso Agente 007 que tiene licencia para matar pero no para morir.

Sin embargo los de la ETA y como lo del Sr. Bond está tan mal visto, nos anunciaron una tregua permanente. Un alto en el matar o en el morir o en lo que sea. Pero a los treinta días de su anuncio nos recuerdan que tregua, sí quieren, pero… Navarra también. Y como no está de más el recordar las cosas a negociar, rociada de gasolina a la casa de un edil que aunque ahora está muy cara la bencina, para eso están los dineros, los del impuesto. Por supuesto fechados o preparados, eso sí, con treinta días de adelanto.

Porque en el mundo de los negocios todo puede parecernos legítimo, por eso, mientras vecinos de la zona protestan por el cierre del puente de Monteolivete en los preparativos de la asistencia del Santo Padre. Otros de la misma barriada se preparan para el cobro de buenos y altos alquileres por sus palcos o miradores que se convertirán en reclinatorios de lujo.

Valencia tendrá durante esos días una Catedral cristiana al aire libre, con su altar sobre un puente ofrecido a un incomparable marco repleto de padres e hijos con buena voluntad. Podrá sin duda presumir ante la TV internacional, en cambio, al enterarnos de que nunca más disfrutaremos de poseer la casa más estrecha de Europa y quizás del mundo, nos da un pequeño vuelco el corazón. La finca aledaña la absorbe, y una vez más el pez grande se come al chico. En nuestro paseo por la Plaza Lope de Vega jamás podremos señalar con nuestro dedo al visitante el ancho de un metro en las cinco alturas de tan entrañable edificio. Quedará entonces y para siempre el… ahí estaba para aquel que nos pregunte.

Porque siempre es bueno preguntar, como hacen los niños desde corta edad con su constante y ¿eso por qué?. Pero tal lección no la ha aprendido Rodríguez Zapatero que cuando el partido de la oposición presenta ante el Congreso cuatro millones de firmas –en una acción que pocas veces sirve para algo- la Vicepresidenta del Presidente miente y con una mentira además muy gorda; porque afirma que el referéndum que se solicita es inconstitucional. La misma y actual Constitución contempla, para casos de necesidad, la conveniencia de un referéndum. Y transformar una nación en varias no es baladí: por lo que sí corresponde y mucho efectuar la pregunta. El negar tal posibilidad hace que uno no sepa donde empieza lo importante y donde termina la patraña. Para casos de menor entidad, sí nos preguntaron. Como fue en ocasión de la OTAN que se planteó a un pueblo previamente engañado publicitando primero el “no” para luego terminar mendigando el “si”.

Para eso están los Gobiernos, para preguntar al ciudadano y no para quejarse como lo hace el ejecutivo aragonés. Se queja de forma tal, que avergüenza al mejor decoro; y el motivo: el que los valencianos exijamos en nuestro Estatuto el derecho al agua. Y no sé que pintan en esta guerra los de Aragón; porque el agua que pide Valencia es la que sobra y se tira al mar por Amposta y no otra cosa. De siempre he creído que Aragón no está después de la desembocadura del río Ebro sino antes. Unos cambian la Geografía y otros la Historia.

Como hacen los batasunos queriéndose apropiar de la vieja e histórica Navarra que nunca tuvo nada que ver con las tres provincias vascongadas que siempre se consideraron españolas y hasta más leales. Primero fiel a Castilla y después siempre a España. Hasta que emergió la podrida y deleznable Batasuna, diablo de mil caras, que nos advierte que no habrá paz sin Navarra. Y mientras los navarros lo escuchan con temor, el Gobierno mantiene que el proceso de paz es irreversible. Con opiniones tan dispares es muy difícil aclarar la situación. Las dudas nos asaltan y en lo alto de la cucaña no sabemos si el perol mantendrá su dignidad o la metralla de su interior, y no de golosinas ni décimas de euro precisamente, volverá a hacer acto de presencia. Que así, no sea.

Abril 2006-04-27

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